¿Quién no ha pensado alguna vez, que el primer amor, es el amor de su vida? El típico tópico.
No siempre, el amor de tu vida es el primero. El primero, es con quién te hechas las primeras risas, esas primeras promesas que años después piensas “En qué coño estaba pensando!” – y te hechas unas risas con tus amigos -. Haces tus primeras locuras, y piensas que no hay un final.
Ojalá solo existiera eso en el amor; risas, promesas, sexo y locuras. Ojalá no hubiera faltas de respeto, insultos y moratones. Ojalá cuando se cerrara esa puerta no existiera una desconfianza en ti mismo, ni en los que vendrán.
Ojalá hables. Ojalá tardes, pero tengas la suerte de volver a confiar.
Y te doy un consejo: perdona, yo lo hice. Sigue adelante, aunque quería hacerte débil, te hizo la persona más fuerte.
El amor no duele, y si duele, no es amor.